Hace ya un tiempo que me rondaba por la cabeza
escoger el centro de interés de este martes, pero hasta el día de hoy no me he
animado. Supongo que a estas alturas ya todos estamos más que familiarizados
con las conocidas nuevas tecnologías, o si bien no hemos oído hablar de ellas. De
este modo no pretendo ni mucho menos escribir acerca de cómo esta tecnología
está dominando la sociedad, pero sí quiero hacerlo de cómo ésta afecta al
sistema educativo.
La realidad es evidente, si las nuevas tecnologías
se abren hueco a nivel social el sistema educativo no puede quedar al margen,
ya que como he ido repitiendo en varias publicaciones está inmerso dentro de
él. De esta manera, vamos a conocer cómo se gestionan las nuevas tecnologías en
el ámbito pedagógico.
Para comenzar, es necesario aclarar lo que
representan estas tecnologías (TIC) en la educación. A mi modo de ver, estas tecnologías son
recursos, medios que facilitan el alcanzar el objetivo de aprendizaje, nunca
éstas deben dominar ni representar el factor central del proceso de enseñanza. De
esta manera, haciendo uso de las TIC conseguiremos que el contenido sea más
motivador para el alumnado, y a su vez ayudaran al profesorado a producir
conocimiento sobre el contenido curricular. El resultado pues, será un
empoderamiento tecnológico por parte de directivos y docentes a la hora de
introducir las TIC en los procesos de aprendizaje, con el objetivo de conseguir
una mejora en la calidad educativa.
A pesar del reconocimiento a nivel educativo del
atractivo y del valor de estos recursos tecnológicos, parece ser que en la
realidad los resultados no son del todo satisfactorios. Por eso la comunidad
educativa habría de plantearse en qué estamos fallando o por lo menos qué
podemos mejorar. Personalmente, considero que a pesar de los esfuerzos para
implantar las TIC en las aulas se obvian las necesidades del profesorado al
aplicarlas, y éste es para mí el aspecto que reclama atención en esta materia. A
continuación, pretendo explicar los principales ejes de actuación para
gestionar de manera efectiva las TIC.
Tal y como he expuesto anteriormente el reto actual
es conocer las carencias/necesidades del profesorado para a su vez formar en
ellas. En primer lugar, el equipo docente precisa del conocimiento de las
diferentes tecnologías para comprender el uso de cada una de éstas. Además,
éstos han de dominar el conocimiento pedagógico para llevar a cabo procesos de
aprendizaje exitosos. Y por último, el profesorado ha de disponer del conocimiento del
contenido/materia que va a desarrollar como experto de ésta. Hasta aquí hemos
podido conocer los tres grandes conocimientos, sin embargo no es el dominio de
cada uno de ellos lo verdaderamente importante sino el resultado que se forma
de la intersección de estos tres. De esta manera, si el equipo docente quiere
aplicar las TIC como recurso ha de poseer del conocimiento pedagógico tecnológico. Concretamente, entendemos por
este último conocimiento la capacidad de enseñar los contenidos curriculares
aplicando para cada momento y situación las tecnologías más adecuadas.
En conclusión, con el artículo de hoy pretendo
transmitir dos ideas-resumen. La primera se centra en la importancia de crear
consciencia en el profesorado del hecho de aplicar las nuevas tecnologías en su
área curricular. Así pues, es necesario que el profesorado conozca tanto las
posibilidades y ventajas como las debilidades e inconvenientes de cada recurso tecnológico.
La segunda idea hace referencia al desarrollo por parte del profesorado del
conocimiento pedagógico tecnológico. De esta manera, cada docente ha de
planificar y diseñar sus sesiones seleccionando el objetivo de aprendizaje, el
contenido, las actividades y por último la tecnología en función de los
elementos anteriores.
Saida
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar