martes, 14 de octubre de 2014

La construcción del conocimiento (2)

El martes pasado estuve escribiendo acerca del proceso de construcción del conocimiento y sobre el papel del sistema educativo a la hora de estimular la creación de nuevos conocimientos. Pues bien, hoy vamos a avanzar en la cuestión ya que nuestro centro de interés esta vez será la fase posterior a la generación de conocimiento. Concretamente, en el artículo de este martes trataremos de resolver cuestiones tales como ¿Qué hacemos con el conocimiento creado? o, ¿Cómo podemos transmitir el conocimiento?.

Recapitulando del artículo pasado, estamos ante una sociedad caracterizada por el fenómeno de la sobreinformación que da lugar a una realidad cada vez más compleja y en constante cambio. En el actual contexto el conocimiento se ha convertido en un bien de gran valor estratégico por lo que es una necesidad el buscar formas de crear, gestionar, controlar y poseer dicho conocimiento.

Cuando creamos conocimiento estamos ante un proceso individual ya que si recordamos entran en juego valores personales y la propia experiencia al interpretar la información para convertirla en conocimiento. Concretamente, a partir de este proceso estamos generando conocimiento implícito también conocido como capital personal. No obstante, debemos tener presente que la actual realidad requiere de respuestas colectivas, es decir, se precisa de toda una complementariedad de saberes que posibiliten la creación de conocimiento explicito. Ahora nos podríamos plantear ¿Qué hemos de hacer para pasar de un conocimiento a otro?, pues bien a continuación trataré de dar respuesta a este interrogante.

Cada uno de nosotros dispone de conocimientos implícitos personales que debemos de saber identificar con el objetivo de compartirlos mediante un proceso de externalización. A partir de este proceso de intercambio de saberes estaremos trasladándonos de la esfera individual a la colectiva dando lugar a la creación de nuevo conocimiento, el conocimiento explicito. Sin embargo, si queremos que este nuevo conocimiento adquiera valor necesitamos hacerlo nuestro a través de un proceso de interiorización. Precisamente, todo este proceso de tratamiento del conocimiento nos permite la socialización del conocimiento individual para acabar con la apropiación del conocimiento colectivo.

La finalidad última del anterior proceso no es otra que añadir más valor al conocimiento creando de nuevo para así estar preparados para las complejas demandas del entorno. Pero no podemos obviar que para garantizar el éxito del proceso es clave la interrelación de personas y la capacidad y el compromiso de éstas para gestionar y sistematizar el conocimiento.


Para acabar, comentar que la creación de conocimiento colectivo adquiere especial relevancia en las organizaciones ya que las permite generar ventaja competitiva mediante el desarrollo organizativo y el profesional. Por eso, la creación y gestión del conocimiento (CGC) se ha convertido en una estrategia para el aprendizaje organizativo.  



¡Compartir conocimiento con vuestro círculo y crear de nuevo!

Saida

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