El artículo de esta semana va adoptar como centro
de interés una de las grandes problemáticas actuales a nivel social: Las
dificultades de muchos jóvenes para encontrar empleo una vez finalizados sus
estudios. Muchos de vosotros podéis pensar que no tiene mucho sentido dedicar
un escrito a tratar sobre una cuestión que está sujeta a un contexto de crisis.
En parte estoy de acuerdo con vosotros ya que la crisis económica por la que
estamos pasando nos está trayendo un alto porcentaje de paro. No obstante, a
pesar de toparnos ante una serie de obstáculos que dibujan este lamentable
escenario, me gustaría darle un poco de luz y mostrar unos condicionantes
sobres los cuales podemos actuar, para en la medida de lo posible, mejorar
dicha situación.
Hace un par de martes ya os hable del gran sistema
llamado sociedad, el cual se conforma por una serie de subsistemas, entre ellos
el educativo. De aquí ya pudimos deducir las relaciones que existen entre el
sistema social y todos sus subsistemas. Siguiendo por esta línea, no es de
extrañar que también se establezcan lazos de unión entre los subsistemas, así
pues hoy en especial vamos a tratar el vínculo entre el subsistema educativo y
el laboral.
El sistema educativo tiene la principal función de
dotar al alumnado de una serie de valores, habilidades y conocimientos para
conseguir el desarrollo integral de éste, facilitando a su vez su integración
en la sociedad. Concretamente, podemos decir que parte de los aprendizajes desarrollados
en el sistema educativo han de ser útiles a posteriori de la etapa educativa,
es decir, han de poder ser transferibles
en la sociedad, y en especial dentro del mercado laboral. Por lo tanto, la idea
principal no es otra que el sistema educativo no puede entenderse como un ente
aislado a los otros subsistemas ya que el aprendizaje está en las interacciones
con el entorno.
Continuando con el anterior planteamiento, podemos
suponer la necesidad de relacionar las competencias que se transmiten en el
sistema educativo con las que se requieren en el mercado laboral. Así pues, el
sistema educativo ha de tener presente las necesidades actuales con el objetivo
de educar y formar en base a éstas. Por lo tanto, la idea que quiero transmitir
es la importancia de establecer un puente de conexión entre el sistema
educativo y el mercado laboral para asegurar la correcta transición entre estos
dos subsistemas.
La sociedad actual, concretamente el mercado
laboral, demanda a un perfil de persona formada en ciertos valores y
competencias y es aquí en donde la educación juega un papel importante. Para
hacernos más conscientes de la situación voy a mostrar un ejemplo en donde se
comprueba no solo la falta de relación entre estos dos subsistemas, sino la
presencia de contradicciones. Por un lado, el mercado de trabajo demanda a
personas flexibles con facilidad para adatarse al cambio, ¿Y qué nos
encontramos en el sistema educativo? Rigidez en los contenidos, en los
horarios, en la metodología, etc. Sinceramente, no me sorprende la situación
por la que estamos pasando ya que si a la actual crisis le sumamos contradicciones
entre los dos subsistemas, como la ejemplificada anteriormente, el resultado no es otro que el escenario
actual.
Para acabar, voy a presentar una tabla con las que
serian para mí las principales aéreas de competencia para la empleabilidad, las
cuales pueden incrementar las posibilidades de encontrar y mantener un empleo.
Por esta razón, el sistema educativo ha de enseñar teniendo presente todas estas
competencias para reforzar las oportunidades de los jóvenes en la búsqueda de
empleo, y también las empresas han de saber reconocer estas competencias en sus
trabajadores, valorarlas y continuar formando para conseguir el desarrollo
organizacional.
Continuará…
Saida
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