martes, 18 de marzo de 2014

Digamos adiós a la “generación perdida” (1)

El artículo de esta semana va adoptar como centro de interés una de las grandes problemáticas actuales a nivel social: Las dificultades de muchos jóvenes para encontrar empleo una vez finalizados sus estudios. Muchos de vosotros podéis pensar que no tiene mucho sentido dedicar un escrito a tratar sobre una cuestión que está sujeta a un contexto de crisis. En parte estoy de acuerdo con vosotros ya que la crisis económica por la que estamos pasando nos está trayendo un alto porcentaje de paro. No obstante, a pesar de toparnos ante una serie de obstáculos que dibujan este lamentable escenario, me gustaría darle un poco de luz y mostrar unos condicionantes sobres los cuales podemos actuar, para en la medida de lo posible, mejorar dicha situación.

Hace un par de martes ya os hable del gran sistema llamado sociedad, el cual se conforma por una serie de subsistemas, entre ellos el educativo. De aquí ya pudimos deducir las relaciones que existen entre el sistema social y todos sus subsistemas. Siguiendo por esta línea, no es de extrañar que también se establezcan lazos de unión entre los subsistemas, así pues hoy en especial vamos a tratar el vínculo entre el subsistema educativo y el laboral.

El sistema educativo tiene la principal función de dotar al alumnado de una serie de valores, habilidades y conocimientos para conseguir el desarrollo integral de éste, facilitando a su vez su integración en la sociedad. Concretamente, podemos decir que parte de los aprendizajes desarrollados en el sistema educativo han de ser útiles a posteriori de la etapa educativa, es decir,  han de poder ser transferibles en la sociedad, y en especial dentro del mercado laboral. Por lo tanto, la idea principal no es otra que el sistema educativo no puede entenderse como un ente aislado a los otros subsistemas ya que el aprendizaje está en las interacciones con el entorno.

Continuando con el anterior planteamiento, podemos suponer la necesidad de relacionar las competencias que se transmiten en el sistema educativo con las que se requieren en el mercado laboral. Así pues, el sistema educativo ha de tener presente las necesidades actuales con el objetivo de educar y formar en base a éstas. Por lo tanto, la idea que quiero transmitir es la importancia de establecer un puente de conexión entre el sistema educativo y el mercado laboral para asegurar la correcta transición entre estos dos subsistemas.

La sociedad actual, concretamente el mercado laboral, demanda a un perfil de persona formada en ciertos valores y competencias y es aquí en donde la educación juega un papel importante. Para hacernos más conscientes de la situación voy a mostrar un ejemplo en donde se comprueba no solo la falta de relación entre estos dos subsistemas, sino la presencia de contradicciones. Por un lado, el mercado de trabajo demanda a personas flexibles con facilidad para adatarse al cambio, ¿Y qué nos encontramos en el sistema educativo? Rigidez en los contenidos, en los horarios, en la metodología, etc. Sinceramente, no me sorprende la situación por la que estamos pasando ya que si a la actual crisis le sumamos contradicciones entre los dos subsistemas, como la ejemplificada anteriormente,  el resultado no es otro que el escenario actual.


Para acabar, voy a presentar una tabla con las que serian para mí las principales aéreas de competencia para la empleabilidad, las cuales pueden incrementar las posibilidades de encontrar y mantener un empleo. Por esta razón, el sistema educativo ha de enseñar teniendo presente todas estas competencias para reforzar las oportunidades de los jóvenes en la búsqueda de empleo, y también las empresas han de saber reconocer estas competencias en sus trabajadores, valorarlas y continuar formando para conseguir el desarrollo organizacional. 


Continuará…

Saida

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