martes, 30 de septiembre de 2014

El centro educativo como organización que enseña y aprende

Estamos ante la última publicación del mes de Septiembre, y como en cualquier otra voy a presentaros un nuevo centro de interés, pero además llevo días queriendo compartir con vosotros una noticia… ¡y hoy es el día!.

Este martes tenemos como centro de interés “Los centros educativos”, concretamente trataremos de aplicar la teoría del aprendizaje organizativo, muy conocida en el ámbito empresarial,  a los centros escolares.

Quiero comenzar recordando el carácter organizacional de los centros educativos ya que éstos orientan su actividad hacia unos objetivos a partir de la acción coordinada y de la interacción de las personas que la constituyen. Pues bien, los centros educativos como cualquier otra organización se ven obligados a responder a las demandas de un entorno incierto e inestable, y probablemente éste es uno de sus grandes desafíos a nivel macro.  Por ello, a continuación, voy a pasar a presentar cuál es para mí la clave para que estos centros educativos afronten con éxito las variables y difíciles demandas del entorno.

Primeramente, uno de los grandes errores es concebir los centros educativos limitando su función al desarrollo del aprendizaje de sus educandos, olvidando por tanto que en éstos encontramos a profesionales que también necesitan continuar aprendiendo, ya que mediante este desarrollo profesional se podrá conseguir el autodesarrollo del centro. Estamos pues ante la necesidad de disponer de centros educativos que se configuren como organizaciones que aprenden, fomentando el aprendizaje organizativo y acercándose a las conocidas comunidades de aprendizaje.

Ahora bien, ¿qué proceso hemos seguir para hacer de un centro escolar una organización que aprende?. Para comenzar, debería de existir una aceptación compartida de visión de cambio y de necesidades presentes y futuras ya que únicamente así se logrará provocar un cambio en la cultura escolar. En esta primera etapa del proceso se requiere de espacios y tiempo para una primera autoevaluación colectiva del centro. Una vez se comparte una visualización de escenario futuro, el centro ha de activar programas de desarrollo que tengan como objetivo el incremento de las competencias profesionales. Concretamente, en esta última etapa del proceso adquiere especial importancia las relaciones entre los profesionales que integran el centro, ya que la interacción de los aprendizajes acaba convirtiéndose en potencial para la organización.


En definitiva, con el breve artículo de hoy quiero poner de manifiesto que los centros educativos al tratarse de instituciones dedicadas al aprendizaje además de formar y educar al alumnado desarrollando aprendizajes individuales, también deberían de realizar aprendizajes institucionales donde sean los centros los que aprendan. 



Como he mencionado al inicio quisiera antes de despedirme comunicaros que esta semana voy a empezar mi segunda etapa como universitaria cursando el Máster de Investigación en Educación, en la especialidad de Desarrollo y gestión de las organizaciones para el cambio. He querido compartir en el blog esta noticia porque pretendo poder transmitir y plasmar en mis posteriores artículos todo lo que vaya aprendiendo, ¡y además porque me tiene muy ilusionada!

Me despido…. y no lo olviden disfruten con sus rutinas, yo disfruto con la mía.

Saida

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